Abdominoplastia

Generalidades

No existe un tratamiento idéntico para tratar un abdomen inestético. Se ha de elegir una técnica apropiada a cada caso particular en función de sí presenta estrías, sí cuelga la piel y tejido graso, si hay flacidez en los músculos de la pared abdominal (diastasis), sí hay cicatrices, sí hay exceso de grasa, etc., y, por supuesto, se debe tener en cuenta su talla, silueta y morfotipo.

Solicitar una cirugía para corregir la estética abdominal no es un acto pasivo en el que el cirujano realiza el trabajo sólo. El paciente debe tener conciencia de su problema y colaborar tomando la iniciativa en aspectos que escapan a la mano del cirujano como son el mantener unos buenos hábitos dietéticos y realizar ejercicio físico entre otros. Sólo así podrá tener resultados acordes a sus expectativas.

Cuándo operarse

Cuando Ud. Lo considere necesario y no cuando su entorno crea que debe hacerlo. Es necesario que haya llegado a estabilizar su peso después de algunos meses de control y que éste se aproxime en la medida de lo posible al peso ideal que corresponda a su constitución.

Cuándo no operarse

Si presenta alguna enfermedad que lo contraindique. Recuerde que debe ser sincero/a en su visita y no ocultar nada a su médico. Él sabrá aconsejarle si reúne las condiciones de salud necesarias para afrontar la intervención. Si está pensando en quedar posteriormente embarazada (no es una contraindicación absoluta pero puede suponer un deterioro del resultado obtenido). Si no está seguro/a de poder mantener los hábitos que impidan una futura recaída. Si no acepta las cicatrices necesarias para realizar el procedimiento. Si sueña un resultado imposible…nunca estará satisfecho/a.

La intervención

En la mayoría de los casos la cirugía se realizará con anestesia general en régimen de ingreso hopitalario. En algunos casos puede realizarse con anestesia local y/o epidural (miniabdominoplastias). La intervención puede durar de 2 a 6 horas. La permanencia en la clínica es raramente superior a 2 días.

El resultado morfológico de la operación se adquiere varios meses después de la intervención.
En cuanto la cicatriz, a partir del 1º hasta el 2º mes, podrá verse gruesa (fase inflamatoria); a partir del 6º mes (fase de atrofia) irá progresivamente reduciendo su tamaño y asemejándose al tejido circundante. Este proceso ocurre de forma más evidente entre el año y el año y medio pero su aspecto suele continuar mejorando toda la vida. Habitualmente se realiza una transposición del ombligo. En realidad el ombligo es el mismo, aunque en un nuevo lecho.

Por último recuerde que nada impedirá la formación de tejido graso en el mismo lugar en el caso que vuelva a engordar. Hay que efectuar, pues, una preparación y una continuación obligatoria al programa expuesto anteriormente ante una intervención abdominal. Si no realiza jamás una gimnasia adecuada, lógicamente el vientre estará flácido. Si no presta ninguna atención a sus hábitos alimenticios, puede ocurrir que su vientre vuelva a ser grueso. En algunos casos es necesario realizar tratamientos complementarios para mejorar el resultado (endermología, ultrasonidos, radiofrecuencia, masaje…).